Brisa que levanta el polvo de los grandes salones
Polvo que se asienta en los campos después de las batallas
Campos que se mueven debajo de tus pasos en dirección contraria
Pasos que sin saberlo vienen a mis besos
Brisa que levanta el polvo de los grandes salones
Polvo que se asienta en los campos después de las batallas
Campos que se mueven debajo de tus pasos en dirección contraria
Pasos que sin saberlo vienen a mis besos
A falta de amigos y de plena libertad, desarrollé la imaginación.
El año pasado, ya bien crecidita por cierto, tome plena conciencia de que quizas por un deseo de mantener la ilusión en mi vida, mis pensamientos no habían ido acompañados de la acción. Es decir, siempre había puesto en mi casa un arbol de navidad que, aunque artificial para no contribuir con la muerte innecesaria de los pinos, era el reflejo de un acto sin verdadero sentido. Me revelé por fin ante lo que muchos esperaban de mí y ese año dejé de poner arbol navideño en mi casa. Parece mentira que con un acto tan simple como dejar de seguir ciegamente una costumbre, se pueda hacer también revolución…
…De pronto, este año, en vísperas de las elecciones presidenciales más bellas que he vivido, pasó algo extraño. Recordé casi oníricamente las palabras de una genial profesora de
...Tal vez cualquier árbol de navidad, si es hecho con propósito, si simboliza algo para sus autores, si proporciona alegría sin alienar ni esclavizar, tiene sentido! (mejor, claro, si es artificial)
Lo dedico a 12 de mis amigos, porque ellos, siendo tan distintos entre si como los planetas y demás cuerpos celestes, conforman mi universo de recuerdos más intensos para este mes de Diciembre 2006.
A Gloria, que
me acompaña a menudo desde México
A Katiuska Aguilera, que esta guardando un milagro en su pancita
A Reinaldito Santana: Donde estas?
en México, En Argentina? En Chile?
Con
A Leonardo Alfredo Colmenares, sin más palabras
que las que voy a decirle un día.
A Agustín Ridell por estimular mi cerebro y mi corazón.
A Luís Chirinos, mi adorado casi-colega que constantemente está presente.
A Darvin Romero Montiel, que desde Bolivia y desde siempre construye socialismo.
A Daniel A. Hernández, que transformó mi mundo para siempre
y acaso no lo sabe.
A Sonia Borras, porque sin ella me muero de tristeza.
A Nereida Márquez, que además es la luna más bella de Neptuno.
A Antonio Russoniello, el mejor de todos mis amigos,
mi compañero de viajes,
Mi Sol
A este lado de la pared de vidrio mi vida era feliz. …Pero vi tus ojos, tu mirada de animal cautivo, tus inquietas manos solas. ¡Habría roto las cuerdas que sostienen al universo para estar contigo!. Pero no me oías, no volteabas, no podías leer mis labios.
Cerré los puños y golpee el vidrio con la esperanza de llamar tu atención. Tú seguías inmóvil, esperando a alguien. Soy yo -quería gritarte- soy yo a quien esperas.
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