sábado, 10 de marzo de 2007

A propósito de la revolución.


La revolución es cotidiana como un cafecito y difícil como la adolescencia mas terrible. Implica dar sentido y coherencia a nuestras vidas a través de una práctica social fundamentada en el amor, el respeto y la solidaridad. Esas tres palabras, que siempre suenan muy bonitas, no suelen ser fáciles de llevar a cabo, pues crecimos en una sociedad que solapadamente siempre legitimó la competencia, el individualismo, las desigualdades y hasta la violencia. Crecimos interiorizando prácticas perversas de la lógica capitalista. Muchos las interiorizamos sin malicia, las aceptamos de forma natural sin percatarnos de que son producto de un mecanismo que atenta contra la vida.


Según la típica mentalidad capitalista, la competencia estimula la superación; la pobreza es inevitable y directamente proporcional a la flojera; el consumo es siempre gratificante y da sentido a la existencia; el egoísmo es inherente a la raza humana y por ende inmodificable; la lucha por el bien individual repercute en el bienestar colectivo; el amor es solo para quien lo merece; la paz sólo para quien se la gana a fuerza, incluso, de guerra. Todas esas premisas degeneran irremediablemente en una sociedad caótica. No porque sean premisas falsas, pues sin duda encierran una visión argumentable de la realidad, sino porque en el fondo esas premisas no están basadas en el genuino amor, en el respeto y en la solidaridad. Representan el camino mas fácil hacia la degeneración de las relaciones que mantenemos con nuestro propio ser, con nuestros semejantes y con el entorno. Bastaría hacer un breve esfuerzo mental para percatarnos, con abundantes demostraciones, de que las premisas mencionadas bajo las cuales hemos estado culturalmente regidos, se van deformando en la práctica cotidiana hasta dar lugar a conductas o actitudes que, con o sin intención, impiden el desarrollo de la vida humana plena. Así por ejemplo podemos llegar a vivir en una constante lucha por ganar frente a la pérdida de un contrincante; podemos llegar a aceptar la injusta distribución de las riquezas como un hecho justo e inexorable; podemos defender el discurso y los intereses de aquellos sectores que nos dominan o nos explotan; llegamos a desear objetos más que vivencias; ponemos los intereses particulares por encima de cualquier cosa, incluso de los intereses ecológicos del planeta; subordinamos las relaciones humanas a la necesidad de dinero; discriminamos, nos endurecemos, perdemos la capacidad de escuchar al otro, nos hacemos insensibles a las emociones ajenas.


La lógica capitalista también pone a la orden de la sociedad sentimientos como la “lástima” y la “compasión”. Hay una gran diferencia entre la solidaridad del socialismo y la compasión del capitalismo. La compasión, entendida como sentimiento de conmiseración frente a la pobreza, sitúa al que la siente en una posición ficticia de poder, pues acallando todo sentimiento de culpa y ejerciendo una supuesta posición de superioridad, el compasivo puede “ayudar” al que se encuentra más débil sin involucrarse con las causas de su debilidad. Por el contrario la solidaridad implica una relación comprometida y recíproca entre personas que buscan superar las causas de las circunstancias adversas que afectan el bienestar de todos; la solidaridad se basa en un sentimiento genuino de amor por el otro, al que se le conoce y se le respeta.


...Esta pequeña reflexión es apenas un llamado a mantener un constante esfuerzo por “desaprender” la herencia capitalista de nuestro vocabulario y de nuestro imaginario social, político y cultural. Existen adversarios del socialismo que basan sus críticas en miedos (si los miedos son fundados o infundados es tema de otra reflexión). Existen adversarios necesarios que nos otorgan equilibrio y nos hacen rectificar. También existen adversarios que al criticar sólo ponen en evidencia su ignorancia frente al tema y su lastimosa alienación. Pero creo que los adversarios mas dañinos son aquellos que llamándose a si mismos socialistas y estando llenos de supuesto ímpetu revolucionario, no hacen un esfuerzo cotidiano por cuestionar sus propias actitudes arraigadas en la nociva "visión del mundo" que han heredado. La revolución es, sobre todo, otorgarle un nuevo sentido ético a la existencia.


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13 comentarios:

Anónimo dijo...

Guao...

Que profunda sencillez tienen tus palabras..

Me encanto el contraste en SOLIDARIDAD y COMPASION..

Gracias, Malena, una vez mas he sido rescatado por ti de un submundo monocromatico y huerfano de calor..

Estos ultimos dias han sido muy dificiles para mi, he naufragado en un monton de discursos vacios y contradictorios.. por eso, el solo acto de leerte ha servido para crear un muro de contension a la desesperanza y, a la misma vez, fortalecistes nuestro muy particular y AZUL cordon umbilical con la alegria.

Lo unico que te reclamo y me reclamo es la larga ausencia sin vernos...

Un abrazo solidario y por que no decrirlo?:

REVOLUCIONARIO...

Te quiero mucho


Luischi

Malena dijo...

Luischi, casi-colega, yo también te quiero mucho, y tampoco nos perdono la mutua ausencia. ...Aunque tal vez toleramos el tiempo sin vernos porque nos acompañamos en una dimensión que trasciende el plano físico y entonces no estamos verdaderamente ausentes.

Confío en que a pesar de estar rodeado de discursos vacíos y de contradicciones, no abandonarás la verdadera motivación de un revolucionario. ¡Que nada te aleje del amor genuino! ni la política, ni la necesidad, ni la rutina, ni el remolino de acontecimientos que pasa frente a nosotros y nos llena las manos de tareas pendientes.

...Para sentir Azul, solo hay que mirar al cielo.

Nere dijo...

Erase una vez un padre y una hija. La hija era chavista hasta la médula...con firmes convicciones sobre el socialismo del XXI; El padre, sin embargo, era de la oposición.
Un día el padre le pregunta a la Hija sobre su rendimiento académico y la chica responde que ha hecho muchos sacrificios como dormir poco o no irse de fiesta con sus amigos para estudiar, y todo su esfuerzo a valido la pena porque tiene excelentes notas.
El padre le pregunta por su mejor amiga, Mariana, y la hija comienza a contar lo mal que le va: "lleva todas las materias con 10 porque nunca va a clases y siempre está rumbeando.. no se que va a pasar con ella papá"
El papá le contesta: lo que va a pasar es que tú que eres tan buena alumna le darás a Mariana la mitad de tus notas!
y la chica responde: Pero papá!!! como me dices eso despuésd e todo lo que yo he hecho para obtener esas notas y encambio Mariana no ha hecho sino rumbear y dormir!!1 NO ES JUSTO!!!
y el padre le dice a la hija: BIENVENIDA A LA OPOSICION HIJA!!!

Malena dijo...

Nere, no caigas en trampas, analiza un poco:

Si la chica “chavista” le regala la mitad de sus notas a su amiga Mariana, estaría siendo compasiva o solidaria? ¿estaría actuando bajo una lógica capitalista o socialista?

Vuelve a leer con detenimiento la diferencia entre compasión y solidaridad. Reflexiona sobre esos conceptos y relee tu comentario a la luz de esos términos.

Anónimo dijo...

Te felicito, mi querida casicolega, ni la desabrida simplicidad de Nereida (disculpa mi sinceridad) pudo hacer mella en tu firme conviccion de la posible "posibilidad" de un mundo mas humano.. Nereida, tembien te recomiendo que releas la catedra de amor que escribio malena.

Siempre una rosa es mas poderosa que 50 años de prostitucion televisiva...


Luischi

Nere dijo...

Querido Lusinchi, querida Male, releeré tu escrito y pensaré acerca del amor...pero les advierto que no creo en utopías...las utopías no existen ni pueden existir (no vamos a entrar en polémicas)así como tampoco se puede creer en los políticos pues ellos hacen política.

Anónimo dijo...

Es muy interesante la discusión que abre Nereida con su comentario, creo que el ejemplo es bueno para analizar, yo tambien pensaba como ella pero poco a poco voy descubriendo cosas. La actitud correcta no sería regalar la nota sino tratar de ayudar a su mejor amiga a entender y estudiar, eso es más difícil pero es mejor y es socialismo del dia a dia. Esta buenísimo el post y la página.

Nere dijo...

Esta bien ayudar. Esta bien comprender. Pero que hacer con el hecho de que todos somos diferentes, ergo cada cabeza es un mundo, una forma de ver la vida y unas maneras, gustos y tendencias personales. Que hacer cuando Mariana (la que no estudio)desea disfrutar de su juventud y la amiga desea alcanzar sus metas? hasta donde debe la amiga ayudar a Mariana? cuales son los deberes y los derechos de Mariana como amiga, como adulta y como humana? ¿deberia establecerse? ¿cual debería ser el alcance ideal de esa decisión? ¿Cuando debemos ser solidarios y cuando compasivos? ¿Es posible lograr la unificacion absoluta de ideas y acciones? de verdad lo crees? si la clave de todo esta en el amor y la solidaridad, entonces el problema no esta en los sistemas de vida sino en la clase de humanos que no somos pero que deberiamos ser...hemos tratado con las religiones, luego con las leyes y a pesar de muchos esfuerzos no hemos mejorado como seres humanos. Ni los dioses han podido con nosotros!

Nere dijo...

Male, recuerda que fue decisión de Mariana salir y rumbear; también fue suya la decisión de no estudiar. Entonces donde entra la compasión o la solidaridad aquí? en todo sistema existen mecanismos estatales y sociales que le permiten a Mariana estudiar y labrarse un futuro. Estoy de acuerdo en que el Estado debería proporcionar mejores sistemas educativos y medicos que le den a la sociedad las armas para luchar por un futuro mejor, para eso, el pago de los impuestos se hace de acuerdo a tus bienes/ingresos. Pero no estoy de acuerdo en que el Estado ampare a Mariana y que ella, en nombre del amor, la solidaridad y la amistad obtenga beneficios que logro la amiga con esfuerzo propio. Si esto es así, entonces las personas dejaran de luchar, y de esforzarse para que sea el Estado el que proporcione.

Malena dijo...

Evidentemente, según la definición que he dado, la solidaridad solo puede ponerse en práctica de común acuerdo. Creo que nadie puede “obligar” a otra persona a recibir colaboración, orientación, o apoyo. La solidaridad se hace efectiva cuando todas las partes involucradas se sientes afectadas por un problema y quieren solucionarlo.

Mariana, en tu ejemplo, no se ha sensibilizado ante la necesidad de estudiar y superarse. Ahora bien, ¿crees que los sectores que tradicionalmente han sido excluidos no han manifestado sus deseos de satisfacer los derechos que le han sido negados? ¿crees que la sociedad no ha pedido ayuda para “subir sus notas”, ergo mejorar su calidad de vida? Yo creo que si la sociedad se llamara Mariana no sería una adolescente floja, sino una mujer explotada a la que no se le ha permitido mantenerse en un sistema educativo digno ni se le ha impulsado a lograr sus metas.

Un Estado socialista, idealmente, no es aquel que le quita a las personas la posibilidad de esforzarse, es decir: no es compasivo, no regala las notas. Es mas bien aquel que otorga las condiciones para que las personas puedan esforzarse y alcanzar la felicidad, es decir: es solidario, ataca las causas de los problemas conjuntamente con la sociedad y la impulsa al logro de sus metas. ...Metas que por cierto tambien cambian con respecto a las metas capitalistas.

En tu texto sugieres que en el Capitalismo existen mecanismos para que la gente se supere por si misma, y que todo se reduce al pago de impuestos por parte de los ciudadanos y a la prestación de servicios en salud y educación por parte del Estado. ...El problema básico es que la superación personal de la que hablas está basada en el egoísmo, el individualismo, el deseo de lucro y la explotación del otro, (no lo digo yo, lo dice cualquiera que conozca los supuestos teóricos del capitalismo, o cualquiera que viva las consecuencias de su puesta en práctica sin el velo de la alienación). ...Un sistema económico, político y social que propone la superación personal mediante la práctica de esos supuestos, degenera inevitablemente en la injusticia y el caos.

Por último: creo que si las religiones y las leyes no han logrado mejorar sustancialmente la esencia humana, es precisamente porque se han distorsionado al insertarse en una lógica mundial capitalista; y los intentos de cambiar a una lógica diferente no han tenido la sabiduría de construirse respetuosa, novedosa y participativamente, como felizmente está ocurriendo en Venezuela.

No creo que deba haber un pensamiento único, al contrario: yo personalmente amo y me nutro de la diversidad (y entre otras cosas por eso te elegí como mi hermana siendo tan distinta a mi en algunos aspectos) Pero si creo que todos los pensamientos deben estar UNIDOS por la solidaridad, el amor y el respeto. Cosa que esta muy lejos de ser un proyecto irrealizable si partimos de la idea de que el ser humano tiene la capacidad de aprender.

Besos amigui, ¡te quiero mucho y me alienta poder intercambiar ideas sobre estos temas contigo!

...A ti tambien te quiero Luis! Me encanta que visites mi blog y que me escribas.

...y al ente anónimo ¡gracias por la participación!. Si no fueras anónimo podríamos conocernos más.

Manuel Miranda dijo...

Malena
Saludos.

Eres la "Poeta de la Revolucion"

Comparto lo que dices, pero debes saber que existe la relacion gobierno y gobernados. Es necesario un espiritu de SACRIFICIO por parte de los primeros en favor de los segundos.

Tambien coherencia entre la palabra y los hechos.

El Funcionario publico es UN SERVIDOR DEL PUEBLO.

El Profesor Juan Bosch (a quien Chavez cita con cierta frecuencia) decia:

Aquel que no vive para servir, no sirve para vivir.

Esa es la esencia de un funcionario revolucionario.

En cuanto a ciertas inquietudes expuestas en mi blog, le conteste hace un rato.

Y le remito a estos temas:

http://manuel-miranda.blogspot.com/2007/01/el-estado-venezolano-radio-caracas.html

http://manuel-miranda.blogspot.com/2006/12/la-no-renovacion-de-la-concesion-de.html

Malena dijo...

Hola Manuel!

Coincidimos en la esencia ideal de todo servidor público y de todo revolucionario. Y esa coherencia entre “el pensar” “el decir” y “el hacer” es la lucha interna por la que debemos velar todos los que queremos un mundo mejor.

También te he escrito en los artículos de tu blog, dejando allí otras pequeñas reflexiones.

Es un gusto intercambiar visiones.
Nos seguimos leyendo!

Antonio Russoniello dijo...

Excelente ensayo para entender, de manera sencilla y directa, la esencia del capitalismo y el socialismo. El párrafo donde habla de la diferencia entre la compasión capitalista y la solidaridad socialista a mi parecer es revelador. Publiqué en mi blog una entrada haciendo mención a tu escrito.